Chiang Rai es una ciudad del norte de Tailandia, famosa por sus templos originales y coloridos, sus paisajes montañosos y su cercanía al Triángulo de Oro, donde confluyen las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar. Es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, la cultura y la aventura, que quieran descubrir una faceta diferente de Tailandia. Algunos de los lugares más imprescindibles que ver en Chiang Rai son: el Templo Blanco o Wat Rong Khun, una obra maestra de la arquitectura moderna, que combina el estilo tradicional tailandés con elementos surrealistas y simbólicos. Está pintado de blanco para representar la pureza y tiene detalles en espejo para reflejar la luz. En su interior hay murales que mezclan imágenes budistas con personajes de cómics, películas y noticias actuales; el Templo Azul o Wat Rong Suea Ten, otro templo moderno y espectacular, que destaca por su intenso color azul y sus adornos dorados. Su nombre significa “templo del tigre que salta” y hace referencia a una leyenda local. En su interior hay una enorme estatua de Buda de 6,5 metros de altura; el Templo Huai Pla Kung, un complejo religioso que consta de un templo chino, una pagoda blanca de nueve pisos y una gigantesca estatua de la diosa de la misericordia Guan Yin, de 25 metros de altura. Desde lo alto se puede disfrutar de unas vistas panorámicas de la ciudad y las montañas; la Casa Negra o Baan Dam, un museo creado por el artista tailandés Thawan Duchanee, que muestra su visión del pasado de Tailandia desde una perspectiva contemporánea. El museo está formado por varias construcciones de madera oscura, que albergan una colección de objetos y esculturas de inspiración vikinga, hechas con huesos, pieles y cuernos de animales; los campos de té de Choui Fong, donde se puede admirar el verde paisaje de las plantaciones de té y degustar un delicioso té verde con leche y hielo. También se puede visitar la fábrica y comprar algunos productos locales; y el Triángulo de Oro, el punto donde los ríos Mekong y Ruak separan las fronteras de Tailandia, Laos y Myanmar. Antiguamente, esta zona era conocida por el comercio de opio, que se transportaba por los ríos hasta el resto del mundo. Hoy en día se puede visitar el Museo del Opio, que explica la historia de la región, y tomar una barca por el río para visitar un mercado en Laos.